A veces un presunto mal de altura puede confundirse con un fuerte resfriado, o incluso una neumonia. Cuando es un mal de altura simple, sin ninguna complicación como es un edema pulmonar o cerebral, basta con perder altura, cuanto mas mejor, y los efectos del mal de altura desaparecen en una pocas horas.
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Es lo que a mí me ha pasado en mas de una ocasión, cuando ya he descendido unos quinientos metros de altura, me he encontrado mucho mejor, y llegado al refugio me he recuperado del todo, sin necesidad de tomar ningún medicamento, como mucho un ibopufreno por la tarde.
Los resfriados y neumonías son habituales cuando se pasan varios días en la alta montaña; subir con poca ropa para no sudar, salir de la tienda o del refugio vivac para miccionar, el viento constante de una trepada por cresta, fácilmente atacan nuestro organismo, que ya está un poco debilitado. Solo si somos reconocidos por un médico, un médico serio y honesto - eso depende del país en que nos encontremos - podrá diagnosticarnos el problema que sufrimos.
Y esto lo posteo porque estoy pasando un resfriado como hacía años que no pasaba. Hasta me da la impresión de que estoy en el escalón Hillary sin botella de oxígeno, y solo estoy en Barcelona, a 60 metros sobre el nivel del mar.
